Antanas Mokus, Ex-alcalde de Bogotá y excandidato presidencial, menciona en uno de sus videos que los Colombianos usamos a menudo “la cultura del atajo”. Se refiere el Dr. Mokus – a quien admiro profundamente- a lo siguiente: “ Es el comportamiento irregular de personas que no se someten a las disposiciones reguladoras de la vida en sociedad ,optando por el procedimiento rápido y a ‘sotto voce’ sin importarles el mal ejemplo ciudadano, y el mal ejemplo para la profesión.”
En el contexto de las ventas como en cualquier proceder, los latinos en particular utilizamos en algunas ocasiones “la cultura del atajo” como “modus operandi”. llegamos a pensar que los vendedores que la utilizan son muy “ vivos e inteligentes”.
EL vendedor de “antaño”, era el que utilizaba procedimientos “non santos” , y formas de vender reprochables e inaceptables. Utilizaban “la cultura del atajo” para “enredar”, “manipular” o cerrar un negocio , sin considerar al cliente.
Ese “vendedor” se acostumbró a ser “el vivo bobo” . Ese vendedor hace apología a Maquiavelo pregonando que “el fin justifica los medios”. Hoy este Vendedor es “castigado” por quienes en su momento fueron presa de sus “avivatadas” y procedimientos deshonestos. Miremos un breve pero significativo ejemplo:
“En cierta ocasión visité una tienda de departamentos para adquirir un par de zapatos para jugar tenis . Abordé el vendedor con ciertas dudas sobre el Zapato que vi exhibido en el mostrador; Señor le dije, ¿este zapato es apto para jugar tenis ? Sin dilación contestó: “!!!Claro que, si puede contar con eso!!!. La suela es ideal, continúo diciendo, su capellada suave , y es muy recomendado para el Tenis concluyó, mirándome fijamente a los ojos. y sin sonrojarse.”
No apeló a un “ayuda ventas” que soportara dicha afirmación, y de una intentó vender un artículo que no correspondía a la necesidad del cliente. Esto me generó malestar y tensión por supuesto.
Utilizó “la cultura del atajo” . Su falta de preparación y su comportamiento poco profesional, lo llevó a proceder de esta manera.
Lo anterior denota que existe en el imaginario colectivo una mentalidad equivocada, sobre lo que significa ser un vendedor profesional.
En conclusión, quienes se dicen llamar vendedores y utilizan “la cultura del atajo” no lo son, no honran la profesión”. Venden porque les toca, incluso vulnerando los derechos de su cliente.
Si no entrena sus vendedores, su marca estará en serios aprietos como producto de un “vendedor” que utiliza la “cultura del atajo” y se cree vendedor, y su posicionamiento se verá menguado, y destruido.
Y tú ¿Utilizas la cultura del atajo para vender? ¿Eres sincero, honesto y prístino al hacerlo? ¿Te entrenas para convertirte en un pro? ¿Sientes que vendes porque amas lo que haces, o porque te toca hacerlo?
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