Teniendo en cuenta el libro “los cuatro acuerdos”, voy a utilizar uno de sus postulados en el contexto de las ventas.
Es por todos sabido, que la comunicación con los clientes y , la comunicación con nosotros mismos es de suma relevancia para vender. Esto no es nada nuevo….
Lo que si es nuevo y bastante novedoso es el concepto de ser “impecable” con nuestras palabras. ( la palabra impecable significa “no tener posibilidad de falta”, fuente: Google).
Suena fácil pero no lo es, y menos cuando vendemos, no solo por lo que decimos a nuestros clientes, que sí , por lo que nos decimos a nosotros mismos.
¿Porqué nos cuesta tanto trabajo ser impecables al vender?,
Por ausencia de consciencia, de entrenamiento y, de gratitud si se quiere. Al final de la jornada , comunicar se convierte en “paisaje”, y descuidamos lo que decimos y lo que pensamos.
Ahora bien, en la medida que somos impecables con la comunicación para con nuestros clientes, en esa medida, generamos una relación respetuosa, generosa, abierta y muy cálida.
Y, en la medida que somos “impecables” con lo que nos decimos, nos expandimos, nos liberamos, nos potencializamos y , nos la creemos. Conducta que es absolutamente necesaria para vender y cerrar un negocio.
Ser impecable con nosotros mismos, con esa voz interna que tenemos , -esa que como seres humanos utilizamos para bien, y/o para mal-, nos permite definir nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, nuestros comportamientos y nuestro futuro.
Es fundamental estar atentos a ser “impecables” con nuestras palabras, habida cuenta de que cada vez que hablamos, nos la jugamos toda.
Decirlo es fácil, aplicarlo no tanto. Cuando vendemos , nuestra adrenalina se eleva, nuestras palpitaciones aumentan y, en ocasiones, nuestras palabras nos traicionan.
Ser impecable con las palabras exige una gran consciencia, un entrenamiento constante y un aplicar a prueba de errores.
Ser impecable paga, no solo por lo que produce cuando vendemos, que sí, sino por la enorme satisfacción que sentimos , cuando lo hacemos con nosotros mismos.
Ser impecable debe ser un “inri” a seguir, una bandera a ondear y, un faro que nos alumbre.
Recordemos que la venta es un acto de amor, y como tal, las palabras juegan un papel trascendental a la hora de amar.
Y tú ¿Tienes como bandera ser impecable al hablar? ¿Te autocriticas y te boicoteas a menudo? ¿Tus voces internas te someten o te liberan? ¿Vender en piloto automático de tal forma que eres poco impecable al hacerlo? ¿Entiendes la importancia de entrenarte para llegar a ser impecable con tus palabras?
Sí deseas aprender a vender , utilizando la comunicación como bandera, agendemos una cita: cyepez@vendemosporusted.com , www.vendemosporusted.com